LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA:
apuntes y reflexiones (parte I)
En el curso de todos los caminos que cruzan la universidad, existen unos que parten de la ciencia y su investigación, los que parten de la comunidad y sus experiencias, los que nacen en la entraña misma de la universidad y nos llevan al cumplimiento de su misión, dentro de esta realidad se encuentra la enseñanza universitaria.
Este tema es muy amplio e importante para ser tratado en un pequeño espacio, pero vale la pena pues como docentes universitarios, necesitamos conocer todos los aspectos relacionados al quehacer académico.
La enseñanza universitaria es una relación interpersonal, no sólo dirigida a comunicar conocimientos sino también comunicar ideas y buscar maneras apropiadas y eficaces para adquirir conocimientos pero sobre todo para aceptar las críticas y avanzar en la búsqueda de la verdad.
La finalidad de la enseñanza universitaria es despertar la iniciativa, creatividad y espíritu de reflexión por parte de los alumnos. Los docentes universitarios tenemos la responsabilidad de desarrollar en los alumnos la capacidad general de entendimiento, al mismo tiempo dar una sólida formación profesional integrada en una justa escala de valores personales.
La labor del docente debe ser triple. Docencia – Investigación – Capacitación porque el docente que investiga es un hombre activo en el trabajo intelectual. El docente con vocación es capaz de presentar nuevos planteamientos e impartir una enseñanza que induce al estudiante a desarrollar su propia iniciativa para enfrentar nuevas ideas y conocimientos. En consecuencia, la caracterización de este nuevo modelo de enseñanza debería comenzar con un bosquejo de lo que conceptualizamos como conocimiento científico.
Para que la relación causa-efecto, es decir, la enseñanza-aprendizaje se desarrolle no podemos dejar de mencionar al alumno como elemento principal, aquel sujeto que debe saber que su responsabilidad es mayor que la del ciudadano común y corriente, por el conocimiento adquirido su función no se reduce simplemente al buen ejemplo, sino a la acción responsable, un doble compromiso, por un lado el que exige claridad y firmeza en sus principios y por otro el que debe conocer, aprender, desarrollar, habilidades morales, cognitivas y de reflexión sobre el conocimiento dado con el aprendizaje, la investigación a través de la observación, la exploración y la generación de hipótesis y respuestas parciales a sus preguntas.
El estudiante debe asumir riesgos frente a su aprendizaje, pues tiene la confianza suficiente para probar sus ideas sin temor a equivocarse y considera el error como el punto de partida de construcción de su conocimiento.
El estudiante universitario es ante todo un ser humano que necesita ser escuchado, respetado y tomado en cuenta por los docentes que requieren de una práctica educativa renovadora, que contribuya a la formación integral del futuro egresado universitario, logrando armonizar la formación de conocimientos, hábitos, habilidades y la construcción de un proyecto de vida sustentado en una escala de valores.
Con este marco, ubicamos nuestra realidad que es muy importante destacar en la enseñanza de la Bibliotecología y Ciencias de la Información. Como docente y bibliotecóloga tengo la obligación de capacitarme cada día más para lograr una visión integradora del conocimiento bibliotecológico que me permite tener la suficiente confianza de trasmitir teorías y conceptos; la praxis me lleva al debate y a las críticas constructivas, los nuevos y mejores métodos de enseñanza así como una buena didáctica hacen más satisfactorias las clases diarias, la trasmisión de amor por las materias que imparto, el amor por la investigación, por el trabajo, por la riqueza de las relaciones con los alumnos, todo esto hace que mi vida tenga una razón para vivir muy feliz.
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